Historia[]
Detective Comics: Rostros de muerte[]
Batman encuentra a Olivia Carr en uno de los escondites del Joker, luego de que este asesinara a su tío delante de ella, entregándola a las autoridades para que la cuidaran.[1]
Poco tiempo después, el villano Dollmaker se lleva a Olivia a uno de sus escondites pues decide adoptarla en su maniática familia, al parecer haciéndola testigo de varios crímenes. Cuando Dollmaker secuestra a Jim Gordon, Olivia le ofrece su ayuda para escapar contactando a Batman para que los ayude, aunque en realidad la niña fue forzada por el villano para tenderle una trampa al héroe de Gotham.[2] Tras esto, decide ella misma ser quien libere a Gordon, desamarrando sus ataduras y apuñalando a Orifice, uno de los sirvientes de Dollmaker. Gordon empieza a preocuparse por Olivia pues se da cuenta que está empezando a tener un desequilibrio mental por ver tantos crímenes siendo tan solo una niña, lo que está provocando que sienta que la vida de los demás vale muy poco. Por esto, se decide que la chica sea internada en el Asilo Arkham, con la esperanza de que tenga una mejoría.[3]